Recientemente, escuché una charla en YouTube de Inés Temple, propietaria de LHH, una empresa peruana enfocada en el desarrollo del talento y la transición laboral. Me pareció fascinante su análisis sobre el papel del líder y su impacto en las organizaciones, y quisiera compartirlo en este artículo.
Temple destaca que en un mundo en constante cambio, es cada vez más crucial contar con un liderazgo efectivo que inspire y movilice a las personas hacia objetivos comunes, logrando resultados más rápidos. Este tipo de liderazgo es especialmente necesario ahora, ya que muchas personas se sienten abrumadas al enfrentar crisis económicas, incertidumbre y cambios tecnológicos que están transformando la forma en que trabajamos.
Según un estudio realizado con más de 300.000 empleados, Temple menciona que las fallas más comunes en sus líderes incluyen: falta de inspiración, aceptación de la mediocridad, ausencia de una visión clara, incapacidad para colaborar en equipo y falta de coherencia entre lo que dicen y hacen. Como resultado, los equipos terminan desmotivados, cumpliendo solo con lo mínimo y sin lograr un desempeño efectivo.
Cuando se les preguntó acerca de las características que un buen líder debería poseer, los encuestados señalaron que un líder ideal debe ser estratégico, auténtico, visionario, capaz de trabajar en equipo, inspirador, empático, dispuesto a tomar riesgos, proactivo, ético, decisivo, responsable, colaborativo y valiente.
Es importante recordar que el 30% de las ganancias de una empresa depende del clima laboral, y el 70% del clima laboral se ve afectado por el liderazgo del jefe. Por ello, es fundamental desarrollar un buen liderazgo.
No obstante, no se espera que un líder sea un superhéroe o una persona perfecta. Sin embargo, sí debe asumir su papel y responsabilizarse de su puesto, estableciendo prioridades, teniendo una visión clara, tomando decisiones estratégicas, construyendo credibilidad, respaldando a su equipo y siendo coherente en su comunicación, la cual debe ser sencilla, clara, transparente y cercana.
Temple ofrece algunos consejos para convertirse en un líder transformador:
- Identificar las motivaciones de las personas: las personas esperan ser respetadas, incluidas y estimuladas. Necesitan aprobación constante y retroalimentación positiva. El 66% de los empleados considera que el reconocimiento es muy importante, y el 79% podría renunciar si no se sienten valorados.
- Adaptabilidad y aprendizaje: los líderes transformadores deben ser capaces de adaptarse, aprender de sus errores y promover una cultura de aprendizaje en sus equipos.
- Empoderamiento y desarrollo del equipo: un líder exitoso se enfoca tanto en su propio crecimiento como en el desarrollo de su equipo, brindando oportunidades para que los miembros amplíen sus habilidades, asuman responsabilidades adicionales y evolucionen en sus roles.
Podemos concluir que el liderazgo transformador va más allá de dirigir equipos y gestionar recursos; implica inspirar y movilizar a las personas mediante una visión compartida, conexión emocional, adaptabilidad, empoderamiento y liderazgo ejemplar. Al adoptar estos principios, los líderes pueden crear un impacto duradero en sus equipos y organizaciones, impulsando un cambio positivo y el éxito sostenible en un mundo en constante evolución.
Claudia A. Claver R